viernes, 22 de abril de 2011

LA COSECHA



Estimados Amigos y Amigas:

No todos los días del año son días de cosecha. El labrador cosecha en verano y en otoño, no lo hace todavía en primavera. Al examinarse al final del día, no son los frutos lo principal que puedo presentar. Lo más importante es si he vivido conscientemente ese día. Tengo motivos para estar agradecida si estuve acertando en una conversación comprometida, si logré levantar a un hombre caído, si he logrado estar verdaderamente en cada cosa que he hecho.

Pero me doy cuenta también de que nada de lo tratado en esa conversación es definitivo, de que el hombre levantado puede volver a caer en la primera ocasión. No es todavía, por tanto, una cosecha madura que pueda almacenar en mis graneros. es una semilla que he arrojado en el surco. Pero eso sólo me basta para estar agradecida, porque significa que he dejado mi huella impersonal en este mundo.

Esto mismo sucede siempre que me concentro y estoy totalmente en lo que hago o en lo que digo, cuando estoy verdaderamente presente en un encuentro, cuando soy capaz de percibir la vida tal como es.

Todo lo que se hace de manera consciente deja una huella detrás de sí.

Esa huella es semilla que germinará algún día en el corazón de los hombres con quienes me he encontrado y hablado, por quienes me he comprometido y trabajado. Tengo también la firme confianza de que las palabras que he escrito hoy, si salen de mi corazón, llegarán también al corazón de otros y quedarán allí como una semilla que algún día se abrirá en flor en el corazón de cada uno de ustedes.

Para finalizar concluyo diciendo Nunca valores un día por la cosecha que recojas por la tarde. Valóralo por las semillas que hayas sembrado.

Que pasen bonito fin de semana....

Saludos y abrazos

Su Amiga Jessica

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